Su inestabilidad laboral ocasionaría que no tengan recursos en el futuro.
La independencia y la informalidad del empleo ocasionará que más de 170 mil jóvenes de la generación “millennial” se queden sin pensión para el retiro, debido a la falta de las prestaciones que “aseguran” a los adultos mayores.
El problema también crece ante la falta de la cultura del ahorro entre la juventud, dijo el analista de datos, Armando Cuevas Chávez, quien además señaló que esta situación ocasionará inestabilidad y el aumento de la pobreza de los adultos mayores que habitarán el territorio en los próximos años.
“Es un panorama que la gente creerá que es poco probable, pero es la realidad a la que se enfrentará mucha gente, y además, tendrán un problema más grande: la falta de una casa, ya que muchos de los jóvenes prefieren rentar o evitar hacer este gasto”, explicó a Diario Presente.
El dar prioridad a los gastos es una de las sugerencias para la buena administración de la economía, y aseguró que con una mínima cantidad del sueldo se puede asegurar el futuro de la juventud.
“Todo depende de ellos mismos. Si no tienen un empleo formal, o son freelancers, o realizan alguna actividad de forma independiente, deben aprender del ahorro”, abundó.
También dijo que la inversión y la compra de propiedades puede ser una garantía ante el envejecimiento, etapa de la vida donde el 70 por ciento de las personas pierde oportunidades laborales.
Mal que impacta a toda una generación
“Algunos jóvenes viven como sin importar su futuro. Prefieren ahorrar para viajar o comprar un automóvil, sin embargo, la estabilidad no se encuentra dentro del estilo de vida que actualmente se plantean”, detalló el sociólogo y catedrático de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), Santiago Castro Herrera.
Indicó que la inversión para adquirir un hogar no es la prioridad de las generaciones actuales, ya que la moda de las personas entre los 18 y 35 años es viajar, lucir ropa moderna y asistir a importantes restaurantes.
“La vejez les parece lejana”, aseguró, por lo que el ahorro, la inversión y el aseguramiento del futuro es una de las acciones que jóvenes evitan realizar, lo cual generará un aumento de adultos mayores sin recursos propios para mantenerse.
“Es un mal que está impactando a toda una generación y que no sucedía con tanta insistencia, pues anteriormente las metas de la juventud consistían en asegurar la vida y no sólo pasarla muy bien para tomarse fotografías”, agregó.
Sumado a lo anterior, hay que considerar que el ciclo de vida es relevante para las finanzas personales porque los requerimientos financieros se van generando en función de la responsabilidad de cada etapa. En ese sentido, todo parece indicar que los millennials se han desfasado alrededor de 10 años.
Si antes los jóvenes se casaban a los veinte años, ahora lo hacen a los treinta, pero también si las generaciones posteriores se jubilaban a los 65 años, es probable que ellos lo harán a los 75. Esta transformación tiene una buena dosis de implicaciones en la administración del dinero.
Las razones son múltiples, como los bajos sueldos que dificultan independizarse, los aspectos tecnológicos, los avances médicos, la globalización e incluso los cambios en los valores sociales. Este fenómeno ha sido permanente, pensemos por un momento que en la edad media una persona ya era vieja a los 45 años y debía alcanzar su potencial máximo pronto; mientras que ahora hay quienes siguen laborando a los setenta años.
Los millennials, son hijos de papás que querían dar “lo que ellos no tuvieron”, siendo permisivos y propiciando el individualismo. Para colmo, se atravesó un lento dinamismo en la economía en el que los jóvenes han sufrido una reducida absorción en el aparato productivo. Por lo tanto, los hijos pasan más tiempo en la casa paterna.
El riesgo es caer en el síndrome de Peter Pan, en el que no pueden dejar de ser hijos, para convertirse en padres, cayendo en la fiesta continua y en múltiples relaciones sentimentales.
El problema es que un ritmo de vida liberal provoca un alto nivel de gasto y menor ahorro, lo cual podría complicar destinar recursos para la vejez en un momento en que el sistema de pensiones está basado en cuentas individuales a través de las Afores, siempre y cuando se ocupen en el sector formal, porque de otra manera ni eso tendrán.
Esto no necesariamente esta mal, simplemente se modifican las consecuencias como ha sucedido a lo largo de la historia. Empiezan ciertas responsabilidades después, pero también hay un desplazamiento en términos de años. Es el caso de los deberes con su propia familia y el requerimiento de trabajar un mayor número de años.
La buena noticia es que la pirámide de edades se ha alterado de forma significativa y con seguridad habrá menos dificultades para emplearse de viejos.
Todos los elementos desembocan en la jubilación que de manera natural se posterga y podría incidir en un retraso de una década, llegando a los 75 años.
¿Estás preparado?
http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/alberto-tovar/millennial-suma-10-anos-mas-a-tu-ciclo-de-vida